TIC: ¿innovación tecnológica o innovación didáctica?
Pensar en las TIC, en el contexto educativo, conlleva a mirar con atención si estamos privilegiando lo tecnológico sobre lo didáctico o lo didáctico sobre lo tecnológico, o si acaso, sea un entretejido sobre el cual los educadores debemos reflexionar y generar una amplia discusión que permita dejar en su justo lugar las tecnologías como un elemento integrador en los escenarios o ambientes de aprendizaje, tomando el debido provecho de las mismas al constituirse en medios o recursos para el aprendizaje.
La educación siempre se ha apropiado de las tecnologías a través del tiempo, sin embargo las TIC han impactado quizás más, dado su carácter permeable a todos los espacios de la vida de la sociedad y de las personas, de manera que con la web 1.0 comenzaron a generarse instrumentos o herramientas para informar y comunicar que rápidamente fueron asumidas como recursos válidos para la educación, así como el diseño de medios educativos posibles soportados en la web 2.0 y en la precedente; las herramientas que proporciona la web 2.0 es inmensa y tiene sus propias implicaciones educativas, además se apunta a mayores recursos con la web 3.0; sin embargo, puede pensarse en una distancia entre el boom de posibilidades y las realidades de aplicación y el uso adecuado en la práctica educativa, argumentando principalmente razones de políticas educativas y formación del docente en las lides tecnológicas.
Si bien, las experiencias más cercanas nos muestran una práctica que no va más allá de cierto uso en el aula, en algunos contextos, que distinguen su carácter motivacional pero que dice muy poco o nada sobre el impacto real en el aprendizaje, lo cual puede estar limitado por las concepciones y ejercicio de la evaluación que se sigue y de otras variables. También, algunos docentes pueden llegar a pensar que con la simple incorporación de las TIC en el aula se resuelven los problemas y cuestiones de aprendizaje, sobrevalorando el papel de las mismas en la educación o quizás por el contrario, piensan que es tiempo perdido y las adversan.
Ambas posiciones, deben ser repensadas a la luz de la didáctica, dado que en la situación didáctica constituyen las TIC, el elemento que da respuesta al ¿con qué?, entre los ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿para qué? y demás interrogantes que confluyen para hacer posible un acto didáctico. De manera que darle su lugar en ese contexto ya permite asumir las TIC en su justa dimensión y apuntar en el cómo pueden utilizarse para que de verdad sean un medio o recurso para hacer posible el aprendizaje.
Así que, los docentes debemos profundizar y crear espacios para la discusión y la reflexión sobre los procesos didácticos y de aprendizaje y, desde allí, podrá asumirse con mayor propiedad la distinción de cuáles y cómo las TIC se constituyen en herramientas o recursos apropiados para tal situación o contextos de aprendizaje. De manera que pueda redimensionarse la educación a la luz de las tecnologías emergentes, pues no puede seguirse introduciendo nuevas herramientas con desgastados modelos didácticos, así se debe pensar en la necesidad de innovar la didáctica, o quizás poner en práctica una didáctica emergente que se entrecruce con herramientas o medios emergentes tecnológicos.
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