El problema universitario: la visión de alguien que no es especialista
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Se debe iniciar esta nota expresando, de una manera categórica, la poca experticia en asuntos relacionados con la política pública de educación y con el manejo de la educación como modalidad de las ciencias sociales, por tanto las impresiones y recomendaciones son de una persona neófita en la materia aunque con interés en la materia, por ser este de la educación uno de los temas más importantes de nuestra sociedad, de nuestro país, de nuestro futuro. Adicionalmente, es un tema que no escapa a la situación del país. La educación está relacionada con la salud, el trabajo, la moral pública, el funcionamiento del Estado, o sea, no se puede ver como un problema aislado. El problema de la educación no se resuelve solo.
Para cualquier consideración, y más aún para cualquier recomendación, es necesario partir de algunas premisas que por demás son de conocimiento general a todos los niveles de la sociedad. La primera premisa es que estoy convencido que el sistema educativo venezolano hasta 1998 fue un sistema educativo adecuado para la realidad venezolana, tanto en lo cultural como en lo material. Aunque se venían presentando deficiencias para la década de los noventas, es indudable que, comparado con la región, tenía logros importantes, tanto en número como en calidad de sus graduandos. Incluso esfuerzos masivos como el Plan Gran Mariscal de Ayacucho fueron hitos importantes en ese proceso. De esa educación salimos y salieron no millares, sino millones de profesionales, por lo menos la mitad bien preparados para el ejercicio de sus especialidades, sea en las Ciencias Sociales como en las exactas.
La segunda premisa es que a partir de 1999 la situación cambió radicalmente. En primer lugar, se trató de modificar en su sustancia los pensum de estudio, especialmente a nivel de primaria y secundaria, introduciendo materias de contenido ideológico dirigidas a crear en los niños y adolescentes un pensamiento único, que no era otro que el pensamiento del Presidente de la República; y, en segundo lugar, por cuanto las modificaciones que se hicieron en el régimen de control y exámenes para evaluar las capacidades y conocimiento de los estudiantes flexibilizaron al máximo el proceso, tanto que un estudiante puede ser muy malo y a través de esos mecanismos de repetición y repetición de exámenes en algún momento pasa al grado superior sin los méritos necesarios para ello, ya esto constituye un retraso tremendo en la educación.
Por si lo anterior fuera poco, en los últimos años las políticas económicas y sociales han producido en todo el país una carencia o déficit existencial del ciudadano que ha afectado muchísimo a todas las profesiones, pero especialmente al sector de la docencia, y que ha significado el tener que buscar otros recursos para poder sobrevivir, y al final, en los últimos 10 años, a emigrar. Los sueldos y salarios de los profesionales universitarios de la docencia fueron y siguen siendo tan bajos que ellos no pudieron sobrevivir en lo más mínimo en el país y muchos se fueron. También se fueron profesionales que daban clases en las universidades. Los mejores profesionales se fueron por las mismas razones, agregando también las razones de carácter político y de seguridad personal. Además del factor de la infraestructura de las escuelas, liceos y universidades que también padecieron de la desidia del gobierno, pues no dieron recursos para su atención y mantenimiento y mucho menos recuperación de esas sedes físicas, para instalaciones desde primaria hasta la universidad.
¿Qué se sugiere ante los hechos, como premisas básicas?
Lo primero es corregir, y la corrección significa, en primer lugar, recuperar la infraestructura física de las sedes de estudios desde primaria hasta la universidad. En segundo lugar, recuperar los ingresos o salarios de los profesionales de la educación; también desde el preescolar hasta la universidad. En tercer lugar crear un nuevo sistema educativo, no ya igual al que teníamos hasta el año 98 sino uno diferente, adaptado a las necesidades de la sociedad moderna, de la sociedad solidaria, de la sociedad de las invenciones y de la tecnología. Un amigo y colega considera necesario aplicar una especie de Plan Marshall para la educación venezolana del futuro. Así, se necesitan recursos económicos y profesionales masivos para atender la solución de los problemas educativos del país y para crear las bases de un nuevo sistema educativo, incluyendo el sistema educativo universitario.
Todo lo anterior en función de la realidad de que gran parte de los que se fueron no regresen una vez que haya un cambio en el sistema político venezolano, un cambio hacia la democracia, las libertades, la superación económica en general, etcétera. En esto no soy muy optimista, porque pienso que muchos de esos profesionales ya encajaron y están adaptados a los países donde emigraron, donde viven actualmente. Pero parte importante debe o puede regresar, con una política adecuada, y eso formaría parte de la recuperación sustancial de la calidad educativa. Porque además de lo que se llevaron, pudiesen traer experiencias y conocimientos de los países donde actualmente viven. Ese es el primer insumo que puede utilizarse para la recuperación del sistema educativo venezolano.
Refiriéndome específicamente al sistema educativo superior, el de las universidades, la gestión que están realizando este grupo de profesionales reunidos en la Fundación InterConectados y sus redes de colaboración, es una iniciativa invalorable, espero que sea adaptada y adoptada por otros profesionales interesados a nivel mundial en relación con la universidad venezolana. La universidad en principio cumple dos funciones básicas: una la de formar profesionales para que colaboren con el Estado en la creación de un recurso humano útil y eficiente; y la otra función, que formen profesionales que puedan vivir adecuadamente de sus ingresos por su desarrollo profesional en la sociedad. Esas serían las dos funciones fundamentales.
En relación a la primera, es necesario en consecuencia un modelo que se adapte a las realidades tecnológicas, científicas y pedagógicas del mundo de hoy, de este mundo que ha evolucionado de una manera drástica e incluso con el uso de tecnologías que no existían hace 30, 20 o 10 años. Hoy en día hay recursos tecnológicos muy grandes que pueden ser perfectamente utilizados por los profesionales venezolanos que salgan de esa nueva Universidad, de un nuevo sistema educativo, no solamente en las Ciencias básicas sino también en las Ciencias Sociales. Creo que esos son los dos objetivos que debe llevarse en un sistema universitario nuevo: crear ciudadanos para su propio desarrollo, para el desarrollo de su familia y para el desarrollo del país ¿Cómo lograr esos objetivos? Este es el quid del asunto. Desde aquí se sugieren algunas ideas básicas:
El modelo universitario a desarrollar debe estar basado en nuestra idiosincrasia, sin dejar de nutrirse de los esfuerzos adelantados en otras regiones. Considero que, de los países desarrollados, el europeo pudiese resultar el mejor modelo para estudiar su aplicabilidad a Venezuela, hay quienes piensan que el modelo norteamericano es mejor porque ese modelo es el que ha logrado que Estados Unidos sea la potencia que es en todos los campos de la ciencia, pero resulta muy difícil adaptarlo en Venezuela, que ese sistema logre calar, que logre ser una realidad, porque exigiría recursos más allá de nuestras posibilidades.
Recuérdese que las universidades norteamericanas más importantes son privadas, que tienen incluso departamentos o institutos especializados que crean ideas, bienes y servicios que se ponen después a la orden del sector privado y el sector público para que se hagan masivos los productos que se originan en esas ideas y en esos proyectos. Pero una matrícula universitaria de alto costo no es posible en la Venezuela actual. no es posible en la Venezuela inmediata futura, tendrían que pasar muchos años para que los venezolanos tengamos capacidad de pagar alta matrícula universitaria, también generaría una distorsión clasista en la universidad para lo cual nuestra cultura, nuestra formación, nuestra idiosincrasia no está preparada y no aceptaría. En cambio el modelo europeo, de universidades públicas de bajo costo ha resultado también eficiente para el desarrollo de esas sociedades, tanto en el campo económico como en el campo científico.
Esas son las ideas fundamentales propuestas sin ser un especialista en la materia, ni conocedor de la base de sustentación de los sistemas educativos. Pero espero sirva para abrir conversación entre los especialistas y los egresados universitarios de cualquier disciplina interesados en el tema.
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