La Encuesta y las Sociedades Humanas
Jean Pasquali *
Entre todas las especies de animales sociales —y hay muchas de ellas— solo las sociedades de Homo sapiens presentan la posibilidad de averiguar lo que piensan sus miembros. Esto es así porque los demás animales no conceden entrevistas, no conocen nuestros idiomas, no hablan por teléfono y no usan la web. Al estudiar las razones detrás del comportamiento de los demás animales sociales, éstas pueden interpretarse solo imaginando sus causas y sus efectos.
En nuestras sociedades, en cambio, tenemos la facilidad de, sencillamente, preguntar a sus miembros qué les hace tomar una determinada acción o postura y, en primera instancia, suponer que ellos contestarán con sinceridad.
Esta forma de estudiar, o prever, o influir sobre los miembros de una sociedad ha dado lugar a todo un desarrollo técnico, estadístico y científico para realizar encuestas sobre cualquier asunto de interés, en determinado momento y con un determinado error en los resultados cuantitativos de cada encuesta. Con el tiempo y la web, el hacer encuestas se ha tornado fácil y poco costoso (ver por ejemplo a https://www.surveymonkey.com ). Esto no es poca cosa, ya que las encuestas pueden descubrir problemas y dificultades sociales, como también contribuir al desarrollo de políticas o acciones para resolverlos.
Haciendo uso de los resultados de encuestas obtenibles en la web investigué, para un grupo considerable de países, cuya población era una fracción importante de la población mundial, que fracción de los ciudadanos aprueban o no el desempeño del gobierno de su país.
Esta aprobación fue asociada al gobierno en su totalidad o a uno o más de sus componentes (poder ejecutivo, legislativo, judicial y sector militar). Cuando era viable se tomaron datos para diferentes fechas de alguna de las variables, a fin de averiguar como cambiaba con el tiempo la aprobación de los ciudadanos.
Los datos obtenidos y su interpretación fueron publicados en el libro intitulado La Voluntad General: Su formulación y su poder (Pasquali, 2018: ISBN 9780990351146).
Lo más resaltante del estudio es que, más de la mitad de la población mundial reprueba a su gobierno.
Esto apunta a que, a nivel global, la relación del ciudadano con su gobierno es uno de los problemas sociales de mayor significación. Sorprende que así sea, ya que la naturaleza de esa relación se encuentra en el enunciado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos https://www.un.org/es/documents/udhr/UDHR_booklet_SP_web.pdf.
En su artículo 21 la declaración reza:
1.Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. 2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. 3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
Por otra parte, en filosofía política, la frase consentimiento de los gobernados, relativa al mismo tema, se refiere a la idea de que la legitimidad de un gobierno y el derecho moral de utilizar el poder estatal es solo justificado y lícito cuando es consentido por las personas o la sociedad sobre el cual el poder político es ejercido.
Esta expresión, que condiciona la justificación y la legalidad del uso del poder estatal, es muy anterior y no es exactamente equivalente al punto 3 del artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En esencia indica que el consentimiento de los gobernados no tiene restricciones de forma o de tiempo, para otorgarlo o negarlo.
Se ha llegado a un resultado que expone una realidad ilógica: Por un lado, los gobernados tienen la potestad de permitirle al gobierno que mande y por el otro los gobernados no están de acuerdo con el gobierno que se han dado. Parece evidente que hay que introducir un cambio en la forma en que los gobernados le den o le quiten consentimiento a su gobierno.
En el capítulo El Poder Inclusivo del libro mencionado arriba, se propone una solución para arreglar este problema, de tal manera que el gobierno cuente siempre con la aprobación mayoritaria de los ciudadanos.
A los lectores que expresen su interés en leer ese capítulo, InterConectados les hará llegar una copia. A los lectores que hagan comentarios a esta nota, InterConectados les hará llegar una copia del libro completo a su correo electrónico.
El autor:
* Profesor investigador (Emeritus) de la Universidad Central de Venezuela. Ph. D. en Geoquímica de Colorado School of Mines, USA:
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